viernes, 11 de octubre de 2013

ESTRO

El otro día comentábamos la escasa inspiración en días nublados y cómo ese borrascoso apagón creativo nos había llevado, caminando por las nubes cual nefelibatas, hasta las isonefas.

Lo que no esperábamos es que nos sirviera para descubrir aún más términos curiosos. ¿Cómo podíamos referirnos a ese anhelado encuentro con las musas? ¿Conocéis algún sinónimo para "inspiración"?


¡Pues dos por falta de uno! Numen, del latín numen, además de ser una "deidad dotada de un poder misterioso y fascinador" o el nombre genérico para "cada uno de los dioses de la mitología clásica", puede aludir también a la "inspiración del artista o escritor", la musa en su segunda acepción.

Y la que da título a esta entrada: estro. Su singular etimología, procedente del latín oestrus, y este del griego οἶστρος, tábano, aguijón, parece referirse al aguijón que espolea la creatividad en las artes pues se define como "inspiración ardiente del poeta o del artista". 
Además posee un significado más literal: "mosca parda vellosa, cuyas larvas son parásitos internos de mamíferos. Hay varias especies, que atacan a distinto tipo de ganado, como el estro de la oveja, del buey, etc.". Y otro más, también relacionado con la zoología; estro es el "período de celo o ardor sexual de los mamíferos".

Así que, ¿podríamos decir que el ardor sexual estimula la inspiración? Parece que sí, siempre que no nos distraigamos con las moscas...

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