sábado, 5 de enero de 2013

MIRRA

Tras un prolongado viaje, esta madrugada llegarán los Reyes Magos para colmar de ilusión y regalitos a los más pequeños de cada hogar.
Los niños de hoy en día escriben sus cartas pidiéndoles videoconsolas, muñecas, coches teledirigidos, juegos de mesa, mascotas... Algunos más clásicos incluso pijamas, colonias o calcetines.
Pero todos esos regalos son muy distintos a los que llevaron Sus Majestades en su primera jornada de trabajo, unos presentes que todos sabemos de carrerilla: oro, incienso y mirra. Oro, vale; incienso, tiene un pase aunque dudamos de que el Niño Jesús tuviera un botafumeiro a mano; mirra...¡Qué demonios es eso? ¿Se cruzan medio mundo en camello, siguiendo una estrella para adorar al Dios recién nacido y le llevan mirra?

Es curioso que todo el mundo conozca el nombre desde la infancia pero pocos sepan qué es realmente. ¡Salgamos de dudas!

La Real Academia define mirra como "gomorresina en forma de lágrimas, amarga, aromática, roja, semitransparente, frágil y brillante en su estructura. Proviene de un árbol [Commiphora myrrha] de la familia de las Burseráceas, que crece en Arabia y Abisinia". Su etimología procede del latín myrrha, y este del griego μύρρα.

¿Así que hicieron esa dura travesía para regalarle la resina de un árbol? ¡Algo más tiene que haber! 

Efectivamente, la mirra era una sustancia muy apreciada en la antigüedad, tanto por sus propiedades medicinales (digestivas, cicatrizantes, anestésicas y antisépticas) como por su papel fundamental en la elaboración de perfumes y ungüentos; también se usaba para embalsamar cadáveres. En la actualidad se utiliza en cosmética por su carácter revitalizante y antiarrugas, y se siguen aprovechando sus cualidades antisépticas en dentífricos y enjuagues bucales.

La interpretación atribuida al regalo de Baltasar es diversa. La versión más extendida señala que la mirra, por su color rojizo (sangre), su forma de lágrima y su sabor, representa la amargura y sufrimiento en la vida de Jesucristo y en la vida humana en general. Demasiado místico...

En fin, ahora que ya hemos aprendido lo que es la mirra podemos esperar satisfechos la visita de los tres astrónomos, ¿o eran cuatro? ¡¡Se nos olvidaba Arbatán...!! Sean los que sean, ¿vosotros qué les habéis pedido a los Reyes? Nosotros nos conformamos con que no se lleven nada...

1 comentario:

  1. la mirra es muy bien por heridas-----y el digestivos----

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