jueves, 25 de octubre de 2012

Epónimos (10ª parte)

Hoy hemos querido hacer nuestro particular homenaje a las expertas en moda más molonas.
La temporada de otoño-invierno les ha traído un ilusionante proyecto, Mildred Mola, una web desde donde proponen multitud de iniciativas relacionadas con el mundo del diseño y las tendencias. ¡Os invitamos a descubrirla!
Desde la Ensalada os queremos enviar nuestros mejores deseos para esta nueva aventura, y qué mejor manera de hacerlo que con un pequeño muestrario de términos relativos a la moda y derivados de su lugar de creación, el nombre de su creador, la marca comercial que lo consagró...¡Epónimos de moda!
  • Organza (del italiano organza, y este de Urgenc, ciudad de Uzbekistán). Tejido ligero de seda o algodón, transparente y semirrígido, más fino que la muselina, empleado especialmente para la confección de ropa femenina.
  • Surá (de Surate, villa del Indostán). Tejido de seda fino y flexible.
  • Mercerizar (de J. Mercer, 1791-1866, químico inglés inventor del procedimiento, e -izar). Tratar los hilos y tejidos de algodón con una solución de sosa cáustica para que resulten brillantes.
  • Holanda (de Holanda, de donde procede esta tela). Lienzo muy fino de que se hacen camisas, sábanas y otras cosas. Papel rectangular, cuadrado o circular, que se usa como adorno en el comercio para servir pastelería. Aguardiente obtenido por destilación directa de vinos puros sanos con una graduación máxima de 65°.
  • Pequín (de Pequín, capital de la China). Tela de seda, parecida a la sarga, generalmente pintada de varios colores, que antiguamente se traía de China.
  • Nilón o nailon (del inglés nylon, marca registrada). Material sintético de índole nitrogenada, del que se hacen filamentos elásticos, muy resistentes. Se emplea en la fabricación de géneros de punto y tejidos diversos.
  • Madrás (de Madrás, ciudad india). Tejido fino de algodón que se usa para camisas y trajes femeninos.
  • Cárdigan (del inglés cardigan, y este por alusión al séptimo conde de Cardigan, J. T. Brudenell, 1797-1868). Chaqueta deportiva de punto, con escote en pico, generalmente sin cuello.
  • Anascote (del francés antiguo anascot, y este de Hondschoote, ciudad flamenca). Tela delgada de lana, asargada por ambos lados, que usan para sus hábitos varias órdenes religiosas; también la emplean para sus vestidos las mujeres del pueblo en algunas provincias de España. Anticuado; tela de seda, parecida a la sarga.
(continuará...)

domingo, 21 de octubre de 2012

LEUCOFEO/A

Este ha sido un fin de semana realmente gris. El mal tiempo no nos ha dado respiro; las nubes y las lluvias han creado una atmósfera oscura, plomiza, grisácea, ceniza...


Pero, ¡no hay mal que por bien no venga! Este ambiente nos ha permitido descubrir y recuperar una forma algo chocante y singular para su propia descripción. Leucofeo/a, del latín leucophaeus y este del griego λευκόφαιος, es un adjetivo desusado para designar algo "de color gris o ceniciento [de color de ceniza]". 

Quizá el término pueda resultar un poco feo, y no sólo por su terminación, pero no deja de ser un nuevo color que pasa a ampliar nuestra paleta lingüística y que podremos emplear repetidas veces durante el próximo invierno. ¡Al mal tiempo, buena cara!

martes, 16 de octubre de 2012

ALMUÉDANO

Una nueva esdrújula cosechada en las fértiles orillas del Nilo y reflejada en la espectacular silueta de sus puestas de sol.


En realidad lo que se recorta en este perfil es un minarete o alminar, la torre de las mezquitas, por lo común elevada y poco gruesa, desde cuya altura convoca el almuédano a los mahometanos en las horas de oración.

¿Entonces qué es el almuédano que la propia Academia introduce en la anterior definición? Este término, procedente del árabe hispánico almuwáḏḏan, y este del árabe clásico mu'aḏḏin, se refiere al musulmán que desde el alminar convoca en voz alta al pueblo para que acuda a la oración. Algo similar al repique de campanas de las iglesias católicas.
También se le puede denominar almuecín, que tiene además la misma raíz etimológica pero con distinta evolución, desde el árabe clásico mu'aḏḏin pero pasando por el turco müezzin y por el francés muez[z]in.

Las tecnologías también han invadido el espacio de este sonido milenario; actualmente todos -o casi todos- los minaretes disponen de equipos de megafonía que emiten la llamada a la oración cinco veces al día. En cualquier caso, a pesar de haberse cambiado el método, el término y la tradición se han conservado y ambos sorprenden al que los escucha por primera vez.

A vosotros sólo os queda seguir acudiendo a la llamada del almuédano ensaladero para aportarnos nuevos descubrimientos lingüisticos, de otras culturas o de la nuestra.

jueves, 11 de octubre de 2012

ULTRACORRECCIÓN

A pesar del título de la entrada, hoy no vamos a hablar de superhéroes con superpoderes. Tampoco de Vicente del Bosque y su elegancia suprema para capear temas polémicos con total naturalidad y sin soliviantar a nadie.

La ultracorrección es un fenómeno puramente lingüístico, y no tan positivo como a priori parece indicar.
La Real Academia lo define como la "deformación de una palabra por equivocado prurito de corrección, según el modelo de otras: p. ej., inflacción por inflación, por influjo de transacción, lección, etc." [Por si a vosotros también os sorprende algo en esa definición: la comezón o picazón del prurito es sólo su segunda acepción, la primera es el deseo persistente y excesivo de hacer algo de la mejor manera posible].
Dicho de otra manera, los hablantes de una lengua tratan de enmendar sus posibles errores de dicción y/o escritura siguiendo modelos regulares; esto provoca el uso ocasional de palabras o expresiones equivocadas por adaptarlas a un patrón estándar. En palabras más llanas se trata de corregir errores donde no los hay, pasarse de listos.

Las formas obtenidas, incorrecciones desde el punto de vista normativo, se denominan ultracorrectas. Un ejemplo archiconocido es el bacalado de Bilbado.
Otros términos surgidos de modelos inapropiados son: sujección (siguiendo el ejemplo de la RAE), expléndido o expontáneo (por el prefijo ex-), périto (por el prestigio de las proparoxítonas), exhuberante (siguiendo la pauta de exhaustivo o exhibición), deslid (en la línea de Madrid o pared), translado, desaveniencia, geráneo, carnecería...

Pero no sólo existen ultracorrecciones ortográficas o de pronunciación; también pueden ser gramaticales o semánticas. Sin ir más lejos, son ultracorrecciones gramaticales el dequeísmo [empleo indebido de de que cuando el régimen verbal no lo admite; ejemplo: le dije de que viniera] o el queísmo [empleo indebido de la conjunción que en lugar de la secuencia de que; ejemplo: me da la sensación que han venido], mientras que, desde el punto de vista semántico, puede servir de ejemplo el uso de escuchar por oír en expresiones del tipo "no te escucho bien".

Pues bien, ahora que ya sabemos en qué consiste la ultracorrección, podemos seguir explorando nuevos términos sorprendentes del castellano: desusados, actuales, erróneos, coloquiales e incluso ultracorrectos. Y vosotros, sed correctos pero no ultras, ¡ni siquiera en la lingüística!

lunes, 8 de octubre de 2012

RODRIGÓN

La epidemia de calipedia se extiende. Ante la escasez de recursos económicos la gente ha optado por incrementar los recursos demográficos. ¡Y muy bien nos parece!
En esta ocasión han sido nuestros amigos de Deescapadin, un práctico y ameno blog de viajes, los que han dado la oportunidad a un nuevo trotamundos de recorrer este planeta... Así que, desde la Ensalada, damos la enhorabuena a los papis y la bienvenida a Jorge. ¡¡Ánimo, que tienes un largo camino por recorrer...!!

Para los nuevos padres, los señores de Rodríguez, tenemos la simpática palabra de hoy. Rodrigón puede parecer el nombre de un personaje caricaturesco de unas fiestas patronales; en realidad el Diccionario lo define escuetamente como "tutor", remitiéndonos a su sexta acepción -caña o estaca que se clava al pie de una planta para mantenerla derecha en su crecimiento-. ¿Veis por dónde vamos?
Germán, con unas imágenes de las estupendas tomateras de su huerto urbano, nos ilustra esta técnica mejor que nadie:

Y esto es precisamente lo que van a necesitar figuradamente los padres primerizos, hacer de buenos tutores para mantener derecho el desarrollo del pequeño Jorge. ¡¡Los Rodríguez deberán ser unos buenos rodrigones con la criatura!!

Por otra parte, el término de hoy adquiere una segunda acepción coloquial para aludir a un criado anciano que servía para acompañar señoras. Debía ser en otros tiempos...
Además, existe el verbo que nos permite poner en práctica la actividad. Rodrigar está recogido en el DRAE como "poner rodrigones a las plantas".

Pues nada pareja, aquí dejamos esta herramienta para ayudaros con vuestra hermosa y complicada labor. Esperamos que podáis disfrutar de muchos viajes junto al pequeño aventurero, ¡¡y que sigáis compartiéndolos con nosotros!!

jueves, 4 de octubre de 2012

ISOFENA

Tras el cambio de estación, cultivemos un poco la parcela meteorológica. Hemos descubierto una palabra que nos ha encandilado; no es una palabra especialmente bonita, pero su significado pone un punto de cercanía en medio de la exactitud y la frialdad científica.

Siguiendo la estructura de las famosas isobaras e isotermas del renombrado hombre del tiempo, obtenemos isofena.
Procedente del inglés isophene, de igual apariencia, y este del griego ἰσοφανής, se emplea en campo de la meteorología para denominar a la "curva para la representación cartográfica de los puntos de una región de la Tierra en donde, simultáneamente, tienen lugar determinados fenómenos fenológicos, como la floración del almendro, la llegada migratoria de la cigüeña, etc.". Por supuesto se pueden representar otros fenómenos naturales como la caída de la hoja de la vid o la llegada de la golondrina, precisamente buenos indicadores del cambio de estación. ¿No resulta bucólico y emotivo?

Las isofenas conforman conjuntos paralelos de líneas, como las curvas de nivel de un mapa topográfico, y al conjunto se le denomina mapa fenológico:

Pero las isofenas no son sólo un elemento poético y evocador... Desde luego tienen aplicaciones prácticas muy importantes; pueden ser utilizadas como descriptores del clima local y los ecosistemas naturales o como indicadores predictivos de importantes motores económicos comarcales, por ejemplo la floración de los naranjos en Levante o la de los cerezos en el valle del Jerte. Incluso la AEMET proporciona informes fenológicos regularmente.

Ya conocimos las cabañuelas. Como veis, a pesar de los avances de la ciencia en el s. XXI -satélites, sondas y otros instrumentos de precisión-, la naturaleza nos sigue proporcionando los medios más fiables para la predicción meteorológica. Animales y plantas nos dan aún más de lo que parece, ¡también palabras como esta!